Con el aumento del comercio electrónico post-pandemia, las aduanas mexicanas han visto cómo se dispara el ingreso de pequeños paquetes provenientes, en su mayoría, de Asia. El esquema ‘minimis’, diseñado para agilizar el flujo del comercio permitiendo el ingreso sin aranceles de paquetes con valor declarado menor a 50 dólares, ha abierto una brecha que comerciantes informales no han dudado en explotar.
El Esquema ‘Minimis’ y la Competencia Desleal
En un esfuerzo por entender cómo esta situación está afectando a la industria textil nacional, consideremos primero el marco normativo bajo el cual opera el esquema ‘minimis’. Sus orígenes, solidificados con la intención de simplificar el flujo de bienes a pequeña escala y aminorar cargas administrativas, ahora parecen jugar en contra de la equidad comercial. El aprovechamiento de esta normativa por parte de negocios informales está contribuyendo a una forma de competencia desleal que afecta directamente a los industriales mexicanos.
Economistas y expertos en comercio internacional han alertado sobre la creciente ola de pedidos diarios que, valiéndose de la laguna legal del ‘minimis’, entran al país sin contribuir justamente al sistema tributario. Las cifras son alarmantes, con un incremento notorio en la cantidad de productos que, aún cobrando precios irrisorios por su venta al mayoreo, continúan socavando la base de fabricantes nacionales que no pueden competir con tales márgenes.
Industria Nacional: Afectada por la Competencia Desleal
La pandemia del COVID-19, aunque ya en retroceso, dejó tras de sí un legado de prácticas comerciales que han transformado no sólo los hábitos de consumo sino también las estrategias de mercado. Los más afectados, en este caso, son los productores y vendedores locales, que encuentran en la competencia un desafío desmedido y desbalanceado. Este es el escenario que industriales como Alberto Campos, figuras clave dentro de la denuncia pública, buscan corregir.
La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) ha sido una de las más vocales en este aspecto, denunciando cómo influyentes personajes digitales promocionan abiertamente la reventa de pacas ilegales de ropa. Estas irregularidades no solo infringen las normativas de importación internacionales sino que también erosionan ambiciosamente las posibilidades de negocios justos para todos.
Redes Sociales: Cuna de la Reventa Ilegal
Respecto a las modalidades de venta, la reventa ilegal ha encontrado en las redes sociales y en los mercados callejeros un medio rentable y de rápida dispersión. Con precios que oscilan entre los 50 y 60 pesos por prenda, los comerciantes informales abren brechas de precio casi insuperables para aquellos cuyos productos soportan la carga tributaria completa.
En conclusión, el esquema ‘minimis’ está requiriendo una revisión exhaustiva y medidas correctivas que promuevan una competencia equitativa y beneficiosa para la economía mexicana en su conjunto. Una adecuación a los tiempos que vivimos hoy, post-pandemia, que proteja a la industria nacional de prácticas desleales y propicie un entorno de comercio justo es necesaria. La moda asiática, traída mediante prácticas cuestionables de importación, plantea una discusión mayor sobre las políticas comerciales globales y la ética dentro de la economía de mercado. Es imperativo para México posicionar este tema en la agenda de reformas económicas si busca mantener una industria textil sólida y sostenible.
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